Hoy es 25 de agosto y me llegó la hora, hoy formalmente cumplo 40 semanas de embarazo lo cual quiere decir que "mi pequeño muffin está listo para salir del hornito" y es así que mi pequeño hijo de acuerdo con lo esperado y las expectativas de mucha gente incluyendo las mías debería estar naciendo ¡ya!... Es en esto que aprendo y comparto con ustedes mi ajá de estas semanas...
El proceso de embarazo y la espera del parto son momentos que me ponen (y puedo asegurar que a todas las mujeres) en una situación muy vulnerable, la ansiedad propia de la espera, así como la gana de controlar lo incontrolable, el miedo, la prisa y un montón de asuntos más hacen que el caos reine en mi vida emocional. Claro que la situación se hace mucho más complicada cuando todo lo escrito y dicho por la "sabiduría popular" explican que la mamá DEBE estar tranquila para favorecer que todo fluya, que el bebé se sienta bienvenido, que literalmente "se abra" el camino para dar paso a la vida... ¡es difícil! al menos para mí que estoy por momentos presa de una enorme tensión y miedo por lo que viene, por mí, por mi hija y mi familia, el mundo y la existencia... ¡hasta la cocina! la profundidad de esta experiencia me lleva ¡hasta la cocina!
Lo que aprendo en todo esto (al menos así lo intento) es a desarrollar la paciencia y ponerme en manos de algo superior que decida cuándo y cómo, aprendo a respetar el destino de mi hijo, su tiempo, su experiencia, aprendo a entregarme a este viaje que marca mi existencia y que puede ser hermoso o desgarrador... aprendo que no hay que dejar pasar los momentos importantes desde la ceguera o la anestesia, entregarme con libertad a todo lo que vivo con esta espera es lo que realmente vale la pena...
Lo que aprendo en todo esto (al menos así lo intento) es a desarrollar la paciencia y ponerme en manos de algo superior que decida cuándo y cómo, aprendo a respetar el destino de mi hijo, su tiempo, su experiencia, aprendo a entregarme a este viaje que marca mi existencia y que puede ser hermoso o desgarrador... aprendo que no hay que dejar pasar los momentos importantes desde la ceguera o la anestesia, entregarme con libertad a todo lo que vivo con esta espera es lo que realmente vale la pena...
3 comentarios:
No puedo evitar conmoverme con cada una de tus palabras, especialmente porque me siento tan cerca de tí. Confío ciegamente en que eres capaz de estar abierta, de entrar hasta la cocina (con todo y el miedo que eso implica), de ser paciente, pero sobretodo de ser todo lo amorosa que siempre has sido, y más...
He sido testigo de todo esto, y me siento honrada por ello. Gracias!!
Primero que nada: ¡FELICIDADES! Un tesoro hermoso.
¡Bienvenida a la blogósfera! Es un mundo muy interesante para enseñar y aprender como tú ya lo hiciste en esta entrada.
¡Gracias!
Desarrollar la paciencia...quizá eso es lo que una vez más te pido...veo tus fotos, veo a tus hijos, te siento tan hermosa, tan mamá...siempre he dicho que yo me sano con sólo sentarme a tu lado, que eso eres para mi, una gran mujer, madre y femenina, maestra y terapeuta, una mujer completa que sana simplemente con sentirte cerquita y mirarte...pero me cuesta siempre el inició, una nueva maternidad me cuesta porque la añoro y me duele, entonces soy lenta para acercame, soy lenta para acomodarme, soy lenta para mirar con felicidad el inmenso regalo que imagino debe ser "ser madre", soy lenta porque lo añoro y me duele y lo sueño y me falta y no puedo...pero entonces algo pasa, como hoy, que te leo y te imagino y veo a tus hijos y recuerdo con tus letras el sonido de tu voz y el inmenso amor que siento de sólo sentarme a tu lado y entonces regresó y te pido, una vez más, perdón por ser tan lenta...felicidades mujer bella.
Publicar un comentario